Parsvottanasana o postura de la pirámide, es una postura de flexión de pie, con estiramiento lateral intenso, con las manos en Anjali Mudra, además de trabajar la fuerza y el equilibrio. Suele practicarse en la secuencia de posturas de pie, partiendo habitualmente de Tadasana, la postura de la montaña.

 

Efectos físicos:

Fortalece la espalda, estira los músculos isquiotibiales y gemelos, aliviando la rigidez en las piernas y las caderas. Esta postura también da elasticidad y flexibilidad a la articulación de la cadera y la columna, alivia y previene la escoliosis además de corregir hombros en la variante con los brazos hacía atrás. Mientras la cabeza descansa sobre las piernas, los órganos abdominales se contraen y tonifican, mejoran la digestión.

 Efectos energéticos:

Esta postura permite descubrir el equilibrio entre la espalda y frente del cuerpo. Por otro lado, genera confianza cuando el practicante descubre una comunicación más profunda con el cuerpo produciendo la calma.

Contraindicaciones: si se tienen problemas en isquiotibiales, durante el embarazo o menstruando, no llevar la frente abajo, utilizar una silla para apoyar las manos.

Como entrar a la postura:

  1. Colócate en Tadasana al frente del matt
  2. Da un paso atrás con una pierna, de forma que el pie delantero enfoque hacia el frente del matt y el pie trasero ligeramente en diagonal hacia la orilla. Asegúrate bien que ambos talones queden alineados o un poco separados entre sí
  3. Las caderas están alineadas al frente del matt, alarga la columna y extiende los brazos hacia arriba para flexionar el tronco hacia la pierna delantera.
  4. Puedes llevar las palmas de las manos hacia el suelo o bien hacia un soporte.
  5. Asegúrate que el pie de atrás se mantiene apoyado en el suelo y que la columna no se redondea. Activa bien tus muslos y las rótulas, y presiona con el dedo gordo del pie delantero hacia el suelo.

Realiza cinco respiraciones conscientes de cada lado y disfruta…

Nos vemos en la próxima

¡Namaste!

Laura Vazquez